Empecemos por el "venue" o "recinto" (ya que ser angloparlante va en contra de ese buen revolucionario que inspira el ser de izquierda), el CCC, es un elitesco teatro en el municipio más rico del estado Miranda, en donde se combina un atrevido diseño naranja (que no guarda ninguna armonía arquitectónica con sus alrededores) con espacios dedicados a la cultura y el esparcimiento, su arrendamiento, bastante costoso y lucrativo para una de las alcaldías que más renta recibe de toda la república hace del mismo un sitio bastante adecuado para que los que auspician este tipo de eventos se congreguen en torno a ideas trasnochadas, las mismas que el cronista de la semana anterior describió perfectamente en su artículo.
El aforo del CCC no debe pasar de las 200 personas, en fuerte contraste con el aforo de un sitio mucho más grande como lo fue el Anfiteatro de El Hatillo. A juzgar por lo popular que es la idea de la "Unidad" en este momento, no nos sorprende que hayan usado el patiecito de ese teatro grande en vez del auditorio donde Gledys Ibarra llorando sacó su cédula para decir que votaría por Capriles y con el auditorio full cantando en coro Yordano di Marzo tocó "por estas calles".
Llegamos temprano, media hora antes para conseguir un adecuado sitio en donde sentarnos, de inmediato pudimos ver que se dispusieron sillas plásticas en los sitios laterales al pequeño escenario, que estaban montando un andamiaje para un gigantesco backing plotteado (que quien sabe cuanto costó y sólo los organizadores saben quien lo pagó, esperamos que no haya salido del presupuesto de alguno alcaldía o gobernación opositora) que rezaba "Ciudadanos por la Unidad", caras familiares, todas presentes en el acto al guerrillero homenajeado anterior, sumado a la convocatoria de los "intelectuales de izquierda" que conforman el status quo de la oposición oficial nos daban la idea de que este acto, sería una continuación del llevado a cabo en el mismo sitio la semana anterior.
Dos enormes cornetas nos daban la bienvenida con música bastante variada, esa que le gustaría a yuppies que celebraron con champaña la defenestración de CAP en el 93 y llegaron a gobernar con el chiripero. (Resulta bastante irónico que Carlos Raúl Hernandez haya llegado en el momento en el que las cornetas sonaban con la melodía de "emborráchame de amor" de Héctor Lavoe) Entre Coldplay, R.E.M. y para terminar con "puro teatro" de La Lupe, el colmo de las ironías del patético espectáculo de las viudas masistas y el castrismo opositor nos ofrecería.
Problemas técnicos con el sonido impidieron que el acto iniciara a la hora pautada, no se lograba cuadrar que el sonido pegara con el streaming en vivo del canal de Kico Bautista (ese que veíamos en Globovisión todas las noches haciendo cuña a Canteras y Mármoles, la misma que ahora trabaja como contratista de la Misión Vivienda).
Lentamente fueron pasando la lista, el beodo dominical al frente, camisa naranja (no podía faltar MAS), lentes carey, jeans desteñidos, el autor del Kino electoral de la asamblea nacional constituyente, con una camisa muy reminiscente a las batolas de Violeta Chamorro, la profesora universitaria dirigente de Primero Justicia en Carabobo, con un conjunto que le quedaba apretado, el anciano y derrotado guerrillero fundador del MIR con su tradicional guayabera blanca. Destacaba la elegancia entre los asistentes, parecían vestidos para un fashion show, una gala de moda, en la cual desfilaron las carteras Carolina Herrera, los taller, preciosos tacones, corbatas de gucci, relojes rolex, technomarine, arcadio díaz, y demás. Notoria era la ausencia de jóvenes, trabajadores, estudiantes y ese "pueblo" al que la izquierda opositora hipócrita de este país dice amar, pero se cuida mucho de tener cerca, ya que sólo sirve para votar.
El evento sería presentado por el barriologo Chúo Torrealba y Alonso Moleiro, quienes entre oradores, aprovechaban para saludar a los presentes, y hacer comentarios sobre lo bueno que es el "pueblo venezolano", pueblo que paradójicamente no estaba presente en ese acto.
El primer orador dijo una serie de frases que captaron nuestra atención:
"No queremos que Maduro renuncie, queremos que gobierne"
"No somos un movimiento opositor"
A pesar de que no llevamos un orden de los oradores, como seguro la xenofoba cronista de apellido impronunciable si, destacaremos las frases de algunos..
María Puerta destacó al igual que Carlos Raúl Hernández que los chavistas padecen los mismos problemas que los opositores, que nosotros nunca fuimos una mayoría contundente pero que podemos llegar a serla si todos juntos vamos a "la fiesta democrática". Damián Prat no tardó en comparar al estalinismo con este gobierno, al defender las mafias sindicales que operan dentro de las empresas de la Guayana, con una especie de discurso reivindicativo hacia los sindicatos.
Por su parte, el compañerito de Merentes en las primeras aventuras electorales del chavismo, ese que aniquiló la representación proporcional mediante un ardid matemático se empecinó en hablar sobre la maltratada condición del profesor universitario y el cerco que sus compinches en el gobierno le tienen a las casas de estudios del país, destaca la frase "aquí en esta sala hay mucho talento que puede poner a trabajar este país", dicho de otra forma, "los asistentes a este mitin queremos cargos en el hipotético próximo gobierno".
La abajo firmante turista venezolana, hizo una apología a los indígenas de nuestro país, en un discurso que reafirma la posición del indigenismo revanchista tan afín a ese mito que es el buen salvaje transformado en buen revolucionario, después de todo, los pioneritos que fueron a Cuba a formarse hoy día son profesionales, la crema y nata de una sociedad que ellos ayudaron a destruir, los perfectamente descritos "náufragos políticos" por CAP.
Entre orador y orador, cada uno más ñángara resentido, llenos de odio a sí mismos que el otro, destaca la bienvenida que le dieron al también masista y hoy sucesor de Aveledo, Cristobal Fernández Daló, ese que mandó a votar por Chávez en 2006, que fue parlamentario con Aveledo.
Uno de nuestros colaboradores definió perfectamente en twitter a éste régimen con la frase: "este régimen es la revancha del MAS". Y no es mentira, pues fue notoria la ausencia de gente como Leopoldo Puchi, Rafael Simón Jimenez, Pompeyo Márquez, Ismael García, Juan José Molina, Juan Barreto, José Vicente Rangel y demás integrantes de ese partido que durante décadas en la mal llamada cuarta república financiaron grupos rebeldes, favorecieron la injerencia de la guerrilla cubana castrocomunista (que nuestras Fuerzas Armadas repelieron), y ayudaron al arrogante y anciano Rafael Caldera llegar por segunda vez al poder, toda vez que éste para poder hacerlo tuviera que desintegrar a su partido, arando el terreno para la crisis de partidos que surgiría después de su gobierno, y que llevó al chavismo al poder.
Olvidaban los Masistas asistentes al evento que ellos, en 1992, tanto en el 4F como el 27N aplaudieron a los golpistas, los fueron a visitar en las cárceles, presionaron a Caldera para que los indultara.
Fue el voto de un masista el que salvó a CAP de ser sometido a un antejuicio de mérito en su primer gobierno, y fueron los vítores de un desquiciado Kico Bautista en una arenga que hizo que el auditorio se levantara sostenidos de manos gritando "Unidad, Si podemos", en una clara reminiscencia de esos días en los cuales la tolda naranja agarraba votos.
Ni una palabra sobre Bassil, Robert, Geraldine, y demás muertos asesinados por los órganos represivos del estado, abundaron las frases "justicia social", "redistribución", "sindicatos", "unidad". A diferencia de en el congreso ciudadano, en donde se pidió un minuto de silencio por los caídos, los oradores pedían aplausos y vítores, como celebrando que el Estado haya asesinado a los que en su legítimo derecho protestaban, pero ante sus ojos, "cerraban las calles y le daban auge al gobierno con su violencia".
El orador de cierre, fue Carlos Raúl Hernández, quien en un perverso discurso lleno de tergiversaciones de la historia, inyectaba teoría política marxista a los asistentes, desestimando las protestas del movimiento Solidaridad de Walesa, dándonos a entender que el comunismo polaco cayó con votos, que las acciones de calle de Vaclav Havel fueron inútiles, que la protesta no tumbaba a los gobiernos sino que éstos caen por sus fracasos económicos.
Tanta barrabasada junta llegó a su clímax cuando golpeando el podio con el puño para luego elevar el puño izquierdo en el aire dijo "Gracias a dios por el voto electrónico", al tiempo que enviaba indirectas a la gente de ESDATA.
¿Olvidaba acaso Carlos Raul que el voto electrónico lo prohibieron en Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Italia, Bélgica y Holanda? No lo olvida. él lo sabe bien, pero el resentimiento que tienen los masistas de los votos que les robaron adecos y copeyanos en elecciones auténticas en donde las "actas mataban votos" no porque "quien cuenta los votos decide la elección" sino porque el MAS nunca tuvo el músculo electoral para hacer valer su derecho de cuidar los votos en donde se los robaban.
Todos los que hablaron en ese acto, al igual que sus asistentes eran adultos entre los 40 y 80 años, no habían pobres, ni habían jóvenes. Ni tampoco hubo mensaje a los militares, dueños de las armas y del legítimo "monopolio de la violencia". Las viudas del masismo trasnochado en su aquelarre MUDeco celebraban su aparente triunfo al ser considerados el status quo. Desestimaron sin ningún tipo argumento lógico el gerrymandering y el malapportionment con el ilógico consuelo metafísico de "ganar Barinas y Miranda". Repitieron como loritos el "conquistar y seducir al chavismo descontento", ignorando que el chavismo descontento no vota opositor, sino que se abstiene.
Dejaron bien en claro sus intenciones, las mismas de siempre, la de sembrarle falsas esperanzas a la gente, para un nuevo fracaso electoral y el posterior traslado de culpa al elector.
El MAS gobierna de lado y lado, este sistema electoral, este gobierno y sus acciones son producto del accionar político de ese partido político, y los convocantes a ese mitin de hoy no son sino los que por conveniencia, por acuerdo o por desavenencias ya no están en el poder, pero le agarraron el gusto a los privilegios que el poder otorga.
Para los Masistas, nosotros los jóvenes, no importamos, como tampoco importa la clase media, como tampoco importan los estudiantes presos de conciencia. Sólo importan los votos para ganar curules en circuitos papaya y no asistir a las sesiones parlamentarias.
Ese triste acto, lleno de trasnocho es el reflejo de la sociedad que prefirió que un golpista que quería matar a un presidente y a su familia llegara al poder, acabando con el sistema anterior porque ellos, los guerrilleros del MAS desde su soberbia, jamás pudieron jugar limpiamente a la democracia, y hoy, nos piden que como borregos, votemos en la máquina conectada a una captahuella en elecciones controladas por el partido de gobierno, donde no deciden los ciudadanos, sino que deciden los técnicos y los acuerdos que en cogollo, en petit comité, se llevan a cabo entre los miembros del MAS-MAS y el MAS-MENOS.
Grupo Cóndor
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