viernes, 29 de agosto de 2014

EDITORIAL: El chantaje de la anti política - @Condor_Vzla

El chantaje de la “antipolítica”

 

Uno de los “argumentos” –en realidad, chantajes– más esgrimidos para contrarrestar a los partidarios de las protestas por aquel sector de la oposición que desea, aunque no lo diga abiertamente, esperar hasta el 2019 para salir del socialismo chavista, es el de la “antipolítica”. Afirman que “la antipolítica fue la que nos trajo a donde estamos ahorita” y todo aquel que no esté a favor de seguir esperando es tildado de “radical” y “antipolítico”. Por supuesto, se suele pasar por alto que muchos de estos personajes fueron responsables de la crisis de los partidos tradicionaleslos cuales fueron incapaces de frenar el proyecto totalitario de Hugo Chávez que destruyó las instituciones democráticas del país.

 

La “antipolítica”, según estos “intelectuales”consiste,grosso modo, en:

 1) ambición de poder (María Corina Machado y Leopoldo López cometen el terrible pecado de aspirar a la presidencia); 

2) no estar de acuerdo con haber pasado la página del fraude del 14 de abril de 2013; 

3) no confiar en el CNE, independientemente de si se vaya o no a votar después; 

4) no creer en un diálogo con delincuentes y asesinos; 

5) apoyar cualquier “salida” antes del 2019; 

6) creer en “la calle”

7) asumir posiciones críticas contra los partidos opositores (porque eso “no suma”si bien ellos viven descalificando a otros dirigentes). 


Aunque podríamos seguir, estos son los aspectos más criticados por el otrosector opositor en sus columnas y cuentas de Twitter.Quienes compartan uno o más de estos puntos de vistaentran en la categoría de “furibundos radicales” y, aunque hayan participado activamente en campañas y procesos electorales previosson acusados de “nunca haber estado con nosotros” e incluso llamados “chiripas” y “malnacidos” en Twitter. Por últimoquien no comulgue con la “estrategia” de Capriles –no del todo clara– está a favor de “la guerra civil”, de acuerdo con estos personajes.

 

¿Es la “antipolítica”, según ellos, una forma incorrecta de hacer política no es forma alguna de hacer política? ¿Qué se entiende aquí por “política”? Muchos son los autores que han definido dicho concepto: para Bobbio, “es una forma de actividad o de praxis humana estrechamente vinculado con el de podersegún Weber, política es "la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen"En este contexto, calificar a alguien de “antipolítico” por querer llegar al poder, resulta descabellado. ¿No debe ser meta de toda “oposición” precisamente constituirse como poder?

 

Por otro lado, es innegable que existe un descontento de parte de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, quienes nunca les consultaron (a pesar de que viven hablando de “debates analíticos” sobre cuestiones tan absurdas y no sujetas a negociación como un captahuellas) si la página del 14 de abril de 2013 debió pasarse y se limitan a hacer “encerronas” donde, tras siete horas de reunión, se acuerda hacer un “cacerolazo”. Sigue el descontento porque, a pesar de haber denunciado un fraude electoral, los ciudadanos votaron en el “plebiscito” del 8 de diciembre (porque sí, los niveles de abstención fueron similares a los de procesosanteriores de ese tipo) y volvieron a perder. Los ciudadanos están descontentos porque después que sus hijos, encarcelados, maltratados y hasta torturados a raíz de las protestas, sus dirigentes se reúnen con el “gobierno” en televisión nacional. Hay descontento porque los ciudadanos observan que ante sus problemas más graves (escasez, inflación e inseguridad) las autoridades opositoras electas no tienen ninguna competencia y se limitan a pedir su voto para “construir la mayoría abrumadora” en la Asamblea Nacional, lugar donde después tienen el récord de inasistencias.

 

La respuesta de la dirigencia ante este descontento legítimoes insultar, despreciar e ignorar a los ciudadanos, cuando no los acusan, al mejor estilo de las teorías conspirativas, de pertenecer a “laboratorios” que tienen como objetivo defenestrar a los responsables que pasaron años al frente y que tienen varias derrotas electorales acumuladas en su historial. Es aquí cuando aparece el chantaje de la “antipolítica”: quien se oponga es un radical, un antipolítico, un ignorante que no logra atisbar que, en medio de su sufrimiento porque no consigue la medicina para un familiar o porque asesinaron a un hijo, “el tiempo de Dios” ya viene y hay que esperar “las condiciones perfectas” (las cuales sólo ellos conocen) para “el cambio”, mientras el país se hunde cada día más.

 

Decía Hannah Arendt que política y libertad van unidas y que la tiranía, como forma de Estado, es la más antipolíticade todas. ¿Oponerse de manera frontal y contundente a un régimen socialista con pretensiones totalitarias es “antipolítica”? ¿No será que desestimar cualquier avance totalitario del régimen y tildarlo de “cortina de humo” es la verdadera antipolítica? ¿No es afirmar que las protestas “no pueden tener un fin político”, la verdadera antipolítica? ¿No es hacer chistes de las medidas que coartan la libertad de los ciudadanos, la verdadera antipolítica? ¿Pasar años enroscado a la secretaría de un partido, no es la verdadera antipolítica? ¿No es llamar “malagradecidos” a los ciudadanos, como si estos fuesen los que se deben a los políticos, y no al revés, la verdadera antipolíticaPor estas, y otras preguntas, somos también perseguidos por la “oposición”.

 

Grupo Cóndor. 

@Condor_Vzla


 

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