martes, 27 de enero de 2015

la foto: el derrumbe



La gráfica muestra la sala de sesiones del hemiciclo del Palacio Federal Legislativo de Venezuela, el día de hoy, en la espera del inicio de la sesión ordinaria del legislativo nacional, parte de la cornisa que decora la sala de sesiones de los diputados se derrumbó.
Así como se derrumbó la cornisa del legislativo, se ha ido derrumbando la institucionalidad de la que fuera en algún momento, ya desconocido para casi dos generaciones de venezolanos, la democracia más estable del continente.
El chavismo trajo consigo la destrucción sistemática de nuestro patrimonio, cultura e instituciones, ya que en nombre de una revolución de odio, resentimiento, corrupción y narcotráfico Venezuela se ha asociado a las peores causas de la humanidad: la ideología asesina del Socialismo.

El legislativo venezolano ha sido el escenario del peor comportamiento por parte de los políticos venezolanos opositores y chavistas por igual, ya que es vergonzoso el récord de asistencia de los diputados de la llamada "oposición", que han alcanzado en 2014 cerca del 40%.

Son los mismos diputados opositores que sólo van al Congreso a cobrar su cheque los que nos dicen que debemos votar este año para "defender los espacios". Los mismos diputados opositores que votaron a favor de la ratificación de la carcelera de Franklin Brito como fiscal general, los que votaron jueces y rectores chavistas al CNE y el TSJ.

Este derrumbe es más que sólo estructural, es la representación gráfica de la destrucción y bancarrota moral de una clase política (tanto la chavista como la opositora) que dio la espaldas a 26 millones de venezolanos que se ven humillados por las leyes inmorales, ilegítimas, injustas e ilegales que emanan de un parlamento que no legisla.

Addendum:
Aquí tienen el récord de asistencia de diputados opositores:

Rodolfo Rodríguez, 35,42 %; 
Jacinto Romero, 100 %; 
Antonio Barreto Sira, 25 %;
 Hiram Gaviria, 50 %; 
Ismael García, 27,08 %; 
Americo De Grazia, 41,67 %, 
Andrés Velázquez, 29,17 %; 
Francisco Soteldo, 39,58 %; 
Carlos Berrizbeitia 43,77 %; 
Richard Blanco, 31,25 %; 
Dinorah Figuera 25 %;
 Eduardo Gómez Sigala, 58,33 %; 
Guillermo Palacio, 37,50 %; 
Alfonso Marquina, 45,83 %; 
Enrique Mendoza, 97,92 %; 
Julio Borges, 27,08 %; 
Morel Rodríguez, 41,67 %; 
Miguel Ángel Rodríguez, 54,17 %; 
Enrique Márquez, 31,25 %; 
Tomás Guanipa, 29,17 %; 
Elías Matta, 39,58 %

Recuerden pagar sus impuestos, para que los diputados cobren y la GN mate y torture a tus hijos que están protestando por querer un país mejor. 

Grupo Cóndor 


jueves, 22 de enero de 2015

INFODIO / Un éxito la gira de Nicolás, por @AlekBoyd

Y regresó Nicolás Maduro a Venezuela. Triunfante, de su periplo global buscando dizque “fortalecer el mercado”. Me cuentan mis fuentes que empleados públicos de cierto nivel recibieron órdenes precisas de asistir al acto de recibimiento, al cual seguramente le seguirá esta semana una manifestación “multitudinaria”, en Caracas, de gente obligada a asistir con la requerida vestimenta roja. Un exitazo la gira, sólo reportada como tal en los medios de la hegemonía comunicacional chavista. En eso que se conoce como Google News, no hay, al momento de escribir estas líneas, ni una sola mención al cacareado “éxito” en medios independientes. Mas detengámonos un momento a pensar cómo podemos interpretar ese “éxito”: ¿logró la comitiva presidencial venezolana alguna medida, en los países visitados, que cambie los factores fundamentales que afectan el precio? ¿Prometió Putin, o Al Naimi, algún recorte de producción? ¿Retornó el precio del petróleo a 100 dólares por barril?
No andaba sólo Nicolás Maduro. Se llevó, además de a su familia, a Asdrúbal Chávez, Ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería de Venezuela, y, actualmente, quizás el mandamás de Petróleos de Venezuela. Visitaron Rusia, que seguirá produciendo todo lo que pueda, pues amén del via crucis de su moneda tiene que lidiar con la caída del ingreso por concepto de venta de hidrocarburos que está siendo paliada con incremento de producción. Visitaron Arabia Saudita, en prácticamente inmejorable situación en cuanto a capacidad operativa y financiera, y que continúa deshojando la margarita, en paciente espera a que el negocio de los productores de esquistos de Estados Unidos se torne económicamente inviable. Irán, otro aliado tradicional del chavismo, ha aumentado también su producción y acaba de decir que no recortará su producción (link is external), mientras Iraq está produciendo más de cuatro millones de barriles por día. Visitaron China, con reducido crecimiento económico en los últimos meses y cuyo gobierno ha sido testigo de excepción del mal manejo de recursos otorgados a Venezuela, sin la mas mínima intención de seguir entregando dinero al chavismo si el uso del mismo no está absolutamente condicionado.
¿De qué “éxito” nos hablan entonces? Es decir, ¿qué posibilidad, real, existe de que Rusia, Arabia Saudita o Irán, modifiquen sus políticas energéticas y macroeconómicas para favorecer al tambaleante régimen chavista, cuando los mencionados conocen, mejor que nadie, que el mercado está saturado en aproximadamente dos millones de barriles por día y aun así están bombeando petróleo como nunca? ¿Por qué China, que aprovechando la baja está llenando sus reservas a una fracción del costo, habría de dejar pasar la oportunidad de ahorrar miles de millones de dólares? Es decir, cuando de “fortalecer el mercado” se trata -y habremos de regocijarnos en la ironía del régimen chavista hablando en términos capitalistas- ¿cómo se logra eso? ¿Qué habrá dicho, por ejemplo, la nueva Ministro de Relaciones Exteriores Delcy Rodriguez en esa reunión con Al Naimi (link is external)? ¿De “éxito” en apuntalar el capitalismo nos habla esta gente?
En EEUU, ahora segundo productor mundial y uno de los mayores consumidores, ya se habla de que la Reserva Federal podría activar ciertos mecanismos para proteger a la industria local. Es más, el Departamento de Comercio ya está aprobando solicitudes de exportación de crudo liviano, lo cual se estima agregará un millón de barriles por día al ya saturado mercado global. ¿Habrá logrado Maduro convencer, a alguien, en alguno de los países que visitó, de ignorar ésta realidad, abandonar en conjunto sus respectivas posiciones con la consecuente pérdida económica, y rendirse ante peticiones que terminarán beneficiando, principalmente, a los productores estadounidenses?
Eso si que sería un éxito. Seguiremos leyendo entonces los medios aliados al chavismo, en espera de las buenas nuevas.

lunes, 19 de enero de 2015

la foto: el ciclo electoral bobositor venezolano


Hoy dedicamos la foto al movimiento electoral opositor, o como nos gusta llamarle, "bobositor" venezolano, ese que lleva tres lustros ilusionando a todos los que le llevamos la contraria al régimen 
inmoral, injusto, ilegal e ilegítimo que el castrochavismo ha ido implantando en nuestro país.
Es de notar que el chavismo no hubiese logrado sus propósitos de hegemonía y dominación total sin una oposición perfecta para el régimen:  se acomoda ante sus tropelías y no lo confronta, sino que tiene una actitud convalidante.
La mesa de unidad democrática, hace que sus jerarcas  ilusionen al electorado diciendo que el sistema electoral está blindado contra todo fraude, y prometen una victoria electoral la cual harán efectiva de inmediato; pero al tiempo que dicen que confían en el sistema electoral, permiten que en el registro electoral hayan 1.5 millones de electores fantasma, aceptan como auditorías unas visitas guiadas, ponen en puestos clave de observación electoral a ingenieros cuyas compañías tienen jugosos contratos con empresas estatales y demás maniobras que vienen a desarrollar una elección controlada, en la cual de forma muy perversa, se juega con la esperanza de los votantes y al tiempo en que hay una derrota electoral, deciden trasladar la culpa al elector, o a la clase media, o cualquier otro chivo expiatorio.
Llevamos mucho tiempo diciendo que la salida electoral pasa por un cambio en la forma en la cual el sistema electoral venezolano se desarrolla, pero nada de esto será posible sin un cambio de régimen.


El patrón oro, por Juan Ramón Rallo

¿por qué el patrón oro es el sistema monetario más justo desde un punto de vista político?
Comencemos por la situación en la que se halla cualquier país pequeño. Este país soberano tiene de entrada dos opciones para con su moneda: o dejarla flotar libremente o ligarla a alguna moneda extranjera. Aunque en principio podría parecernos razonable que deje flotar la moneda, tengamos presente que las economías pequeñas suelen estar enormemente internacionalizadas (no les queda otra: dentro no pueden producir todos los bienes variados que necesitan), de modo que fluctuaciones bruscas en los tipos de cambio de su divisa con respecto a la de sus principales socios comerciales pueden ser devastadoras para sus economías.
Por ejemplo, supongamos que dentro de esa economía pequeña se desarrolla un producto revolucionario para el resto del mundo (un medicamento contra el cáncer, verbigracia). En tal caso, las exportaciones de ese producto se dispararían, pero junto con las exportaciones específicas de ese producto también se dispararía el tipo de cambio de ese país (los extranjeros comprarían su divisa para poder adquirir el medicamento contra el cáncer). La súbita e intensa apreciación de la moneda del país pequeño supondría así un auténtico mazazo para toda su restante industria exportadora, que vería caer sus ventas al extranjero debido al encarecimiento de su moneda. No es un escenario de ciencia ficción; incluso se ha acuñado una expresión económica para describirlo, el mal holandés, que es plenamente aplicable a la misma naturaleza de los tipos flotantes. De hecho, tal como ilustra el reciente caso de Suiza, las únicas causas que generan una súbita apreciación de la divisa no se limitan a un mayor auge exportador: si la moneda de un país pequeño se convierte en refugio internacional, entonces también se termina machacando a su muy inocente industria exportadora.

Tres cuartos de lo mismo cabría afirmar con respecto a la depreciación de la divisa: imaginemos que la industria exportadora de un país se hunde y que, como consecuencia de ello, su divisa se deprecia enormemente. Muchos ciudadanos verán mermada su capacidad adquisitiva para comprar al exterior incluso productos básicos por el simple hecho de que una parte de su economía (no relacionada necesariamente con su actividad) se ha hundido. Algo similar sucede cuando los ahorradores huyen de una moneda porque el gobierno está destruyendo su valor: la divisa se deprecia tanto que impide financiar la más mínima importación (como le ocurre ahora a Venezuela).
Los problemas anteriores, que se magnifican conforme más pequeña sea una economía, suelen hacer aconsejable que los países diminutos adopten tipos de cambio fijos con sus principales socios comerciales (aquellos otros países a quienes compran y venden mayoritariamente). Y aquí nos topamos con tres posibilidades: el país pequeño puede establecer una convertibilidad fija de su moneda con la moneda extranjera; el país pequeño puede renunciar a su propia moneda y adoptar la de su principal socio comercial; el país pequeño y sus socios comerciales pueden adoptar una moneda común independiente a todos ellos.
El primer caso, la convertibilidad entre monedas nacionales, es problemático. Imaginemos que el país A establece que una unidad de su divisa se intercambiará por una unidad de la divisa del país B (1:1). En tal caso, el banco central del país A tendrá la potencial obligación de comprar ilimitadamente la divisa que emita el banco central del país B, de modo que si éste es tremendamente irresponsable, a aquél no le quedará otro remedio que serlo. Al final, si un país quiere mantener una convertibilidad permanente con su vecino no le queda otra opción que someterse a la política monetaria de ese vecino.
Lo mismo sucede en el segundo caso: si el país pequeño adopta la moneda de un país extranjero, claramente se está subordinando a las decisiones de política monetaria que tome ese país extranjero. Éste, de hecho, estará tentado adoptar decisiones irresponsable con el objetivo de transferirle parte del coste de las mismas al país pequeño. Por ejemplo, la Reserva Federal de EEUU tiene mucho más margen que otros bancos centrales para comportarse irresponsablemente porque los dólares son empleados como reserva internacional; por consiguiente, las tensiones inflacionistas se trasladan (y se diluyen) por todo el planeta.
Por consiguiente, si un país no quiere ser el satélite monetario de otro, la única forma razonable de implantar tipos de cambio fijos es creando una moneda común e independiente a todos ellos. Y, nuevamente, aquí contamos con dos posibilidades: que esa moneda global sea fiat (un simple pasivo del banco central no convertible en nada) o que sea un activo con cualidades monetarias como el oro (o la plata o asimilados).
La primera de estas dos opciones fue la que defendió Keynes en las negociaciones de Bretton Woods, cuando propuso implantar una divisa mundial conocida como bancor. El problema (político) de este tipo de esquemas es que tienden a volverse ingobernables: dado que la moneda fiat es una moneda manejada, controlada y dirigida por el poder político, inmediatamente tras su implantación la pregunta pasa a ser la de quién controla la moneda fiat global (o, mejor, en beneficio de quién se maneja la moneda fiat global). A este respecto, el caso del euro es muy ilustrativo: la moneda única europea es una pugna continua entre los diversos gobiernos nacionales para orientar la política monetaria del Banco Central Europeo en su propio provecho. Imaginen esos mismos conflictos pero a una escala mundial: es evidente que las tensiones internas serían muchísimo más graves que las vividas hoy en día dentro de Europa (imaginen que el gobierno chino o el gobierno de Irán pudieran decidir sobre la política monetaria aplicable también en España).
Dadas las divergencias de intereses geopolíticos de los distintos gobiernos en liza, la implantación de una moneda fiat única suele ir aparejada a una unificación política: a la institución de un gobierno común que represente los intereses de todos (hacia eso quieren llevarnos muchos en Europa para volver al euro "gobernable" y viable a largo plazo). Pero, nuevamente, esto no constituye solución alguna: obviando las dificultades prácticas para constituir un gobierno mundial, parece claro que los incentivos regionales a secesionarse de un gobierno mundial serían enormes en aquellas regiones que se sintieran agraviadas por su actuación (el caso de Reino Unido con la Unión Europea, por ejemplo). Por tanto, la deficiencia de fondo sigue ahí: como la moneda fiat es un dinero politizado y la política es un juego de suma cero (o incluso negativa), los perjudicados por la acción político-monetaria buscarán romper unilateralmente la baraja.
¿Qué nos queda entonces? Nos queda acudir a un árbitro exterior e imparcial: es decir, al patrón oro. Un dinero no politizado –por cuanto nadie puede determinar ni su producción ni su distribución primaria– y común a todas las sociedades: unas reglas del juego superimpuestas a todos que, como las leyes generales e impersonales, no están concebidas para beneficiar a nadie en particular. A la postre, dado que todos los países comparten el mismo dinero, no hay fuertes apreciaciones o depreciaciones monetarias que distorsionen arbitrariamente la especialización regional: el patrón oro es, pues, la infraestructura adecuada para una división global del trabajo.
Por desgracia, en la actualidad existen pocos incentivos para reimplantar el patrón oro. EEUU, el único país que por su tamaño y ascendencia podría impulsar la reforma, carece de toda razón para hacerlo: el mundo vive hoy en un patrón-dólar de facto, lo que le proporciona enormes regalías. A su vez, el resto de países bajo su área de influencia entienden estas regalías, en parte, como un impuesto por la protección militar que les proporciona la superpotencia estadounidense; además, la fluctuación parcial de sus divisas con respecto al dólar proporciona a sus gobiernos un cierto margen de maniobra para utilizar la política monetaria en su privativo beneficio (si bien de manera limitada: si los países satélites deprecian mucho sus divisas frente al dólar, rápidamente hay una llamada al orden). Por último, los países fuera de su área de influencia (Rusia, China y algunos países musulmanes), si bien podrían tener incentivos para abandonar el patrón-dólar (y algunos intentos ya ha habido), han de ser cautos al respecto: un completo abandono del dólar los expondría a los riesgos exteriores que hemos analizado al comienzo del artículo para el caso de países pequeños (fuerte apreciación y depreciación de la divisa frente a sus socios comerciales que sí usan dólares); eso sí, conforme más se amplíe el tamaño interno del mercado de estas economías fuera del área de influencia de EEUU, mayores serán sus incentivos (y menor será el coste) de escapar del dólar ya sea creando una moneda fiat común a todas ellas o implantando un patrón oro regional.

En cualquier caso, que nuestros políticos ventajistas carezcan de incentivos para regresar al patrón oro no debería cegarnos a los ciudadanos para reclamar un orden social internacional más justo, imparcial, eficiente, cosmopolita y cooperativo para todas las partes: es decir, para reclamar el retorno al patrón oro.

miércoles, 14 de enero de 2015

LA FOTO DEL DIA: Ciudadanía Activa

Ciudadanía Activa es una ONG venezolana que ha tenido muy buenas iniciativas para buscar, como dice su website busca "promover, defender y velar por el cumplimiento de los derechos y deberes ciudadanos establecidos en la Constitución Nacional". De hecho, tienen buenos documentales y trabajos publicados sobre la Lista Maisanta. Pero cuando se ponen en plan electorero de Henrique Capriles, nos sacan cosas como estas.
Ese es un panfleto distribuído por ellos para incentivar el voto después del robo de las elecciones del 14A, cuando los venezolanos empezaron a despertar del opiáceo letargo que implica "la fiesta democrática" de Tibisay "smartmatic" Lucena.

Nadie fue a votar el 8D porque Henrique Capriles, quien prometió defender con su pellejo las elecciones no lo hizo, y traicionó la voluntad de los millones de venezolanos que depositaron su confianza en él con su voto.
Posterior al 14A Capriles pasó a trasladar la culpa del "fracaso" a los electores, y la intención de voto cayó estrepitosamente. y aun con ello, el
 ausente gobernador de Miranda procedió a declarar las elecciones como un "plebiscito", sabiendo el costo político de dicha acción y fracasó estrepitosamente.
El consuelo metafísico de "pero ganamos barinas" no le bastó a la gente porque los que fueron a votar y lograron una victoria opositora en su muncipio hacen largas colas para comprar alimentos y productos de primera necesidad.

domingo, 11 de enero de 2015

Je suis Chalie. Lo incorrecto de lo políticamente correcto. - por Alejandro Gamez




Lo atentados terroristas en contra de Charlie Hebdo en París lanzó una ola de solidaridad alrededor del mundo y bajo la consigna Je suis Charlie el mundo se volcó en muestras de solidaridad con la sociedad francesa, las puertas de las embajadas gala alrededor del mundo vieron la llegada de ciudadanos que daban apoyo moral; como muchos yo también dije  Je suis Charlie, como bien pudo ser «Yo soy el País» o «Je suis Le Monde» o «Je suis Le figaro» o «Yo soy El Universal.»
David Brooks publica un artículo donde nos invita a dejar la hipocresía, dice Brooks:
Así que esta podría ser una ocasión para aprender algo. Ahora que nos sentimos tan apenados por la masacre de esos escritores y directores de periódico en París, es un buen momento para adoptar una postura menos hipócrita hacia nuestras propias figuras controvertidas, provocadoras y satíricas. ( http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/09/actualidad/1420843355_941930.html)
Y continúa diciendo «La gente que lee Le Monde o las publicaciones institucionales se sienta a la mesa de los adultos. Los bufones, los excéntricos y las personas como Ann Coulter y Bill Maher están en la mesa de los niños.»
Se puede estar o no de acuerdo con las publicaciones de un semanario, un artículo, las ideas expresadas por un libro o las ideas defendidas por un partido político, un grupo religioso o por cualquiera que haga vida en una determinada sociedad, pero en la defensa de la libertad que permite expresar esas ideas y que sean aceptadas o rechazadas, eso es bueno para una sociedad, es el abono de la democracia, la expresión de Voltaire debe ser rescatada para el convulso mundo del siglo XXI «Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que pueda decirlo»
De ser cierto que conforme avanzamos en edad la ridiculización como forma de expresión se hace menos atractiva, porque se espera de nosotros seriedad, nada me impide seguir usando este mecanismo de expresión de querer hacerlo; continúa Brooks:
«Cuando uno tiene 13 años, parece atrevido y provocador épater la bourgeoisie [escandalizar a la burguesía], meterle el dedo en el ojo a la autoridad, ridiculizar las creencias religiosas de otros. Pero, al cabo de un tiempo, nos parece pueril. La mayoría de nosotros pasamos a adoptar puntos de vista más complejos sobre la realidad y más comprensivos con los demás.»
Me pregunto ¿acaso The Simpsons no ridiculizan a la sociedad estadounidense? ¿Debemos llegar al punto que los diarios deban exigir un límite de edad a sus caricaturistas? ¿Qué sería de Zapata si lo anterior se hace realidad? ¿Por ser una persona de edad madura se debe renunciar a determinada forma de expresión porque lo dictan los cánones sociales? Y al fin de cuenta si me expreso mediante la sátira, el juez último son mis lectores, los que invierten parte de su dinero en consumir mis mensajes transformados en el caso que nos ocupa en caricaturas.

Otras preguntas salen a la luz ¿debe respetar a Mahoma como lo hacen sus seguidores las personas que no son musulmanes? ¿Una sociedad no musulmana debe limitar la libertad de expresión de sus ciudadanos en pos de lo políticamente correcto? ¿Mahoma, Cristo, Buda son justificantes para secuestrar a una sociedad por medio del terror?, para mí la respuesta es no, la mayor hipocresía es la de lo políticamente correcto, porque nos transforma en veletas sin ningún tipo de valores o limites, por ello Je suis Charlie como en 2004 fui Madrid y como en 2001 fui Nueva York.

viernes, 9 de enero de 2015

El islamismo en tiempos de guerra, por @mauriciorojasmr

tomado de ellibero.cl


La brutal expansión del así llamado Estado Islámico en Irak y Siria ha dejado estupefacto al mundo. Nada parecido se había visto desde los tiempos de Stalin, Hitler y Pol Pot, y la amenaza no se circunscribe al Oriente Medio. Las redes del Estado Islámico se extienden muy lejos de las fronteras de los países musulmanes, tal como lo muestra su capacidad de enrolar como combatientes a miles de jóvenes provenientes de Europa Occidental y Estados Unidos. Se trata de una de las manifestaciones más violentas del islamismo o “islam político”, como se autodenomina, y por ello es importante hacer un esfuerzo por entender los fundamentos de esta corriente político-religiosa.


¿Qué es el islamismo?
El islamismo no es más que el fundamentalismo movilizado políticamente en torno a tres objetivos fundamentales. En primer lugar, está el objetivo estratégico de la gran cruzada emprendida ya por Mahoma, a saber, la islamización del mundo, extendiendo la así llamada “Casa del Islam” (Dār al-Islām) hasta absorber completamente ese mundo exterior llamado “Casa de la Guerra” (Dār al-Harb), donde aún reina la ignorancia (jahiliyyah) acerca del mensaje divino transmitido por Mahoma. En segundo lugar, tenemos la islamización plena de las sociedades musulmanas, es decir, su sometimiento integral e irrestricto a la ley islámica, de acuerdo al arquetipo de la umma o “comunidad de los creyentes” instituida por Mahoma en Medina. Esta intención restauradora es la que hace del islamismo un fundamentalismo militante o, en sus variantes yihadistas, un fundamentalismo armado.
A estas dos finalidades, ampliamente reconocidas como características del islamismo, se le suma un tercer gran objetivo, que no es otro que destruir toda interpretación del islam que no sea la propia. Ello explica el carácter de guerra civil musulmana que adopta el islamismo en su versión yihadista. Aquí, simplemente, no hay perdón, y hay que recordar que se trata de una lucha fratricida que, al menos entre sunitas y chiitas, lleva ya más de 1.300 años, es decir, desde la batalla de Kerbala el año 680, aún recordada con gran devoción por los musulmanes chiitas.
La lista de enemigos definida por el Estado Islámico en sus proclamas, por ejemplo aquella instaurando el califato el 29 de junio de 2014, refleja nítidamente estos objetivos. Primero están los rāfidah (chiitas), luego los murtaddīn (apóstatas) y tawāghīt (idólatras o falsos líderes musulmanes), y finalmente las naciones del kufr (pecado), alusión al mundo no islámico donde habitan los kuffār (infieles).
Resumiendo, podemos decir que la lucha islamista –ya sea de raigambre sunita o chiita– tiene un horizonte global, pero su punto de partida son los propios países islámicos que habrían abandonando la pureza del credo original de Mahoma, cayendo nuevamente en aquella jahiliyyah que los caracterizaba antes de la revelación del Corán. Esta es la visión, extraordinariamente influyente, lanzada por Sayyid Qutb (1906-1966; especialmente en su obra Hitos en el camino), el principal teórico de los Hermanos Musulmanes de Egipto. La profesión de fe de los Hermanos Musulmanes es, a su vez, la mejor síntesis posible da las ideas islamistas, cualesquiera que sea su expresión concreta: “Alá es nuestro fin, el Profeta nuestro guía, el Corán nuestra constitución, la yihad nuestro camino y la muerte por Alá nuestro objetivo supremo.”


Utopía islamista y carácter totalizante del islam
La utopía del islamismo es la creación de la ummat al-Islamiyah o comunidad islámica universal regida, de acuerdo a la tradición sunita ampliamente mayoritaria, por un califa o vicario (halifa) del “mensajero de Alá” (rasul Allah, denominación de Mahoma). De allí el título, halifa rasul Allah, adoptado desde el primer sucesor de Mahoma, Abú Bakr, hasta el autoproclamado jefe del Estado Islámico, Abú Bakr al-Baghdadi.
Esta posición es muy distinta de, por ejemplo, la de los Papas católicos (“Vicario de Cristo”) ya que el califa es, simultáneamente, un jefe espiritual, político y militar. Esta diferencia es clave, ya que alude a dos características cardinales que separan al cristianismo del islam y que, a su vez, son vitales para entender la fuerza del mensaje islamista entre muchos musulmanes. En primer lugar, el cristianismo no es fundacionalmente totalizante (si bien tendería a serlo al pasar a ser, en distintos lugares y épocas, una religión de Estado) y por ello no se articula originalmente como una religión que pretenda regir los asuntos de este mundo. “Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios” y “Mi Reino no es de este Mundo” son dos síntesis bíblicas de esta distancia respecto del orden social y político terrenal que no existe en el islam.
Esto hace que para el cristianismo sea posible, sin alterar sus fundamentos últimos, aceptar una sociedad secularizada, mientras que para el islam una sociedad no regida por la ley islámica o sharia es, en principio, inaceptable. También lo es la democracia, ya que ésta se basa en la plena soberanía popular mientras que en el islam la soberanía siempre recae, en último término, en Alá, y los hombres deben limitarse a reconocerla y aplicarla. Los musulmanes pueden tolerar, por razones de hecho, el vivir en sociedades secularizadas y democráticas, pero nunca pueden dejar de aspirar, sin faltar a su fe, a crear una sociedad plenamente islamizada. Esto no implica, sin embargo, que todos deban ser musulmanes, pudiendo existir otras fes monoteístas en calidad “minorías protegidas”, siempre que se sometan a la ley islámica. Al respecto, hay que recordar que de acuerdo al Corán la conversión forzosa al islam no está permitida (“No ha de existir coacción en la religión”, dice la famosa aleya 2:256).
En segundo lugar, a diferencia de Mahoma, Cristo no fue ni pretendió jamás ser un jefe político-militar ni tampoco el creador de un orden social determinado. La figura de Cristo dirigiendo sus ejércitos espada en mano es tan ajena a los evangelios como es natural la figura de Mahoma combatiendo en las célebres batallas de Badr (624) y Uhud (625), donde incluso resulta herido. De esta manera, Mahoma definió mediante sus actos el amplio campo de la yihad (esfuerzo, especialmente en la expresión coránica al-jihad fi sabil Allah, es decir, “esfuerzo en el camino de Alá”), que va desde la lucha espiritual interior (la así llamada “yihad mayor”) a la lucha, pacífica o violenta, contra otros (la “yihad menor”). Esta última puede ser tanto defensiva (proteger los territorios ya incorporados a la “Casa del Islam”) como ofensiva (extender los dominios del islam a nuevas tierras).
En suma, mientras que el cristianismo nació para resistir al mundo o incluso para apartarse de él, el islam lo hizo para conquistarlo y gobernarlo. El cristianismo pretende originalmente divulgar una “buena nueva” (evangelio) espiritual, mientras que la buena nueva del islam trata del conjunto de la sociedad y de un reino que sí es de este mundo.


Raíces históricas del islamismo
Una explicación común sobre la razón de ser del islamismo plantea que éste sería una reacción ante la modernización que se difunde globalmente bajo la influencia occidental. Otros ponen el acento en la amenaza o intromisión político-militar de las potencias occidentales en el mundo musulmán. Este tipo de explicaciones tiene, sin duda, mucho de verdad, pero tiende a olvidar que las primeras reacciones islamistas anteceden en mucho a estos fenómenos y constituyen un rasgo permanente de la historia islámica.
Un breve recorrido por esa historia puede aclarar este punto. La expansión inicial del islam fue extraordinaria y apenas a cien años de la muerte de Mahoma (632) el imperio árabe-musulmán se extendía desde el Indo hasta el Atlántico. Este desarrollo espectacular puso a una sociedad tribal en contacto con grandes culturas, como la helenística, la persa y la hindú. Bajo su atracción, el centro político del imperio islámico basculó rápidamente desde Medina hacia esas zonas más desarrolladas, asentándose primero en Damasco (bajo la dinastía de los Omeyas, 661-750) y luego, bajo los Abasíes, en la recién construida Bagdad en plena Mesopotamia. Esta expansión creó un impulso dentro del islam similar a aquel que tempranamente experimentó el judeocristianismo, es decir, a dejar de ser una religión tribal para convertirse en una religión universal, capaz de difundirse entre otros pueblos e incorporar parte de la rica herencia cultural de los mismos (así, del mestizaje simbólico entre Jerusalén y Atenas, nació el cristianismo).
Esta aspiración más abierta y cosmopolita fue el secreto del momento más esplendoroso de la civilización islámica: los dos primeros siglos del Califato de Bagdad (750-944). Es en ese ambiente que surgen, ya en el siglo VIII, escuelas de pensamiento islámico como los mutazilíes, claramente influenciados por el racionalismo griego y hasta hoy objeto de odio de parte de las corrientes tradicionalistas del islam.
Ahora bien, fue justamente este inicio prometedor el que desencadenó la primera reacción fundamentalista en la historia del islam, en lo que sería una de sus características recurrentes donde los intentos de apertura y mestizaje cultural se ven revertidos por largos períodos de reacción islamista bajo la bandera del retorno “a la pureza de los orígenes”, es decir, al espíritu tribal del primer islam.
Con la desintegración del Califato de Bagdad, ese mundo islámico en que las elites eran fieles al Corán pero leían también las traducciones de los clásicos de la Antigüedad greco-latina, tal como se inspiraban en la cultura jurídico-política de Bizancio y en los sofisticados estilos de vida persas, terminó siendo destruido por el localismo y la reacción popular guiada por los ulemas (“doctores de la religión” y líderes locales). La consecuencia fue el surgimiento de una férrea ortodoxia jurídico-religiosa, basada exclusivamente en el Corán y la Sunna del Profeta (recolección de relatos autentificados de la vida y los dichos de Mahoma o hadices). A partir de ello se fija la ley divina o sharía, que rige toda la vida social, y el islam, especialmente en su versión sunita, pasa a ser una “religión del recuerdo” o la “imitación” (taqlid), que no conoce concepto más aborrecido que el de bid’a o innovación (sinónimo de herejía).


Wahhabismo e islamismo
Durante la larga evolución histórica del islam se dieron nuevos ejemplos, habitualmente en las periferias del mundo islámico, de mestizaje y pluralismo. Fue así como se construyó el esplendor del Califato de Córdoba (929-1031) o del reinado de Akbar en la India (1556-1605). En el caso de la España musulmana, la reacción vino, primero, desde Mauritania y Malí, origen de la expansión Almorávide, y luego se intensificó con los Almohades de origen bereber. En el caso de la India musulmana, fue el emperador Aurangzeb (1658-1707) quien destruyó la notable obra de apertura y sincretismo religioso-cultural de Akbar.
Sin embargo, el caso más extremo y relevante de reacción islamista se da en la propia cuna del islam, la Península Arábiga. Se trata del wahhabismo, también conocido bajo la denominación genérica de salafismo (de salaf o “ancestro”, referido a las primeras tres generaciones de seguidores de Mahoma como modelo ideal de musulmán). Esta es la principal corriente fundamentalista sunita de la que provienen, entre otros, Al Qaida, el Estado Islámico, Boko Haram en Nigeria, Al-Shabaab en Somalia, Al-Nour en Egipto y los talibanes de Afganistán. Deriva su nombre de Muhammad ibn Abdul-Wahhāb (1703-1792), cuyas doctrinas ascéticas fueron una reacción extremadamente virulenta contra lo que interpretaba como una degeneración del islam, particularmente bajo los impulsos místicos del sufismo. Esto lo llevó a predicar la absoluta unidad y centralidad de Alá (al-Taweed), lo que incluso indujo a destruir cúpulas, minaretes y monumentos funerarios, especialmente aquellos asociados con Mahoma y sus compañeros, que pudiesen distraer al creyente del culto único a Alá. Esta obra de destrucción, que el Estado Islámico sigue promoviendo hoy en día, conoció su momento culminante a comienzos en el siglo XIX, cuando las fuerzas saudíes conquistaron La Meca, Medina, Kerbala y Nayaf.
Una de las principales fuentes de inspiración de Ibn Abdul-Wahhāb fue Taqi al-DinIbn Taymiyyah (1263-1328), gran predicador fundamentalista de la yihad militar y el uso de la excomunión (takfir) contra otros musulmanes, que pasaban de esa manera a ser apóstatas. En su caso, los enemigos y “falsos musulmanes” eran los conquistadores mongoles y sus colaboradores, pero su llamado a la yihad contra otros (“falsos”) musulmanes fue retomado de manera genérica por Ibn Abdul-Wahhāb, pasando a constituir la referencia clave de todo el pensamiento salafista hasta nuestros días, tal como lo demuestran, entre otros, Osama bin Laden y los líderes del Estado Islámico.
Tanto el papel histórico de Ibn Abdul-Wahhāb como su importancia actual se fundan en su alianza con un jefe tribal, Muhammad ibn Saud, que adoptó sus doctrinas como base religiosa de sus intentos por unificar Arabia. Los descendientes de ibn Saud fundarían, en 1932, la Arabia Saudita que hoy conocemos y que es la base de un fundamentalismo wahhabí que extiende su influencia dentro y fuera del mundo musulmán con la ayuda de la riqueza petrolera de ese país. No es por ello ninguna casualidad que Osama bin Laden provenga de Arabia Saudita o que muchas de las tribus iraquíes que sostienen el Estado Islámico estén emparentadas con tribus sauditas.

Tiempos de guerra
Vivimos en tiempos de guerra, global, implacable y prolongada, con el islamismo armado o yihadismo. El avance genocida del Estado Islámico y sus ramificaciones internacionales nos han obligado a reconocer esta penosa realidad. El escenario actual de la guerra es el Oriente Medio, pero pronto lo veremos extenderse, bajo nuevas formas, por otras latitudes. Hay miles de jóvenes que viven en las sociedades occidentales que ya son parte o están deseosos de ser parte de la yihad global. Esto es lo urgente, lo que debemos combatir aquí y ahora con toda decisión. Sin embargo, lo decisivo será enfrentar la corriente ideológico-religiosa de la que se nutre el yihadismo y que, como hemos visto, está enraizada en los fundamentos mismos del islam.
Debemos, en otras palabras, reconocer que existe un problema dentro del islam que reside en su aspiración central, incompatible con una sociedad abierta y democrática, de regir la vida social en su integridad. Esta aspiración, y no sólo los métodos más o menos extremos para alcanzarla, es el quid del problema. En este sentido, es sintomático que la crítica al yihadismo proveniente del islam institucionalizado (como la del Gran Muftí de Egipto y otras autoridades similares) se centre en la brutalidad de los métodos usados o en la proclamación ilegítima del califato, pero cuidándose de entrar en el fondo del asunto, ya que sabe que en ese terreno el islamismo tiene muchos triunfos en la mano.
Esta es la gran encrucijada del islam contemporáneo y debiera también ser encarada, clara y honestamente, por aquellos musulmanes reformistas que quieren hacer del islam una religión moderna. Para sobrevivir en el largo plazo, el islam debe iniciar una retirada desde su concepción original totalizante hacia la esfera puramente espiritual y privada. Queda por ver si ello será posible.


Mauricio Rojas, doctor en Historia Económica, profesor adjunto de la Universidad de Lund, ex miembro del Parlamento de Suecia y Director de la Academia Liberal de la Fundación para el Progreso.

jueves, 8 de enero de 2015

1er Editorial de 2015

Llegó el año 2015.
Eso, por supuesto no es ninguna noticia, ningún tubazo ni es un anuncio importante, lo que si es importante es que reciban de parte nuestra, un próspero y feliz 2015, que ya de por sí pinta bastante difícil para los venezolanos, porque les toca vivir con la inflación más alta del continente, con niveles de delincuencia e inseguridad desbordados, puesto que para la publicación de este editorial, en lo que va de año han ingresado a la morgue de Bello Monte en Caracas 96 cadáveres producto de las muertes violentas que gracias al régimen, nos coloca entre los países más violentos del mundo.
Mientras en Francia lloran la pérdida de 12 personas víctimas del fundamentalismo islámico, acto que rechazamos categóricamente, en Venezuela recordábamos con tristeza cómo la impunidad y delincuencia hacían de las suyas pues se cumplía un año del asesinato de Mónica Spear y su esposo, suceso que conmocionó a la nación.

Venezuela inicia el 2015 con una caída abrupta en los precios del petróleo, la caja chica del chavismo, con el cual se ha despilfarrado el equivalente a quince planes Marshal para la compra de voluntades a nivel nacional e internacional, que es PDVSA se está agotando, sumado a ello, los inventarios se encuentran en números rojos, la escasez es alarmante y la gente está cansada de perder su vida en una cola para pelearse por un pollo.
Basta con revisar los anaqueles de los supermercados y usted encontrará una larga fila de personas buscando cualquier tipo de producto.
El trending topic de la red social Twitter #AnaquelesVaciosEnVenezuela estuvo de primero en este país y durante varios días, las redes de supermercados han prohibido tomar fotografías de los anaqueles, y se ha desatado una fuerte controversia sobre la censura en un país que se informa gracias a redes sociales, porque sus medios de comunicación convencionales están al servicio del régimen.

La imagen de personas haciendo cola es algo a lo que el régimen asesino de Hugo Chávez y Fidel Castro han acostumbrado a este pueblo, pero el hecho de acostumbrarse no quiere decir que ello sea normal. Esta imagen es afín a todos los rincones donde se haya impuesto el socialismo, ya que genera escasez y pobreza.
Como 2015 es un año nuevo, pues decidimos en la redacción presentar con este editorial una nueva sección la cual llamamos "la foto", la cual presentamos a continuación:


La imagen es de una pintura que lleva por título "la cola", de Alexei Sundukov, nacido en Rusia durante la cruenta dictadura soviética que gobernó por casi 8 décadas casi 1/3 del territorio mundial, en donde, al igual que en Venezuela, se veían largas filas de personas haciendo lo mismo que hacen los venezolanos hoy día: Colas interminables por cualquier bien de primera necesidad.


domingo, 4 de enero de 2015

Carta abierta de @thorhalvorssen a @hramosallup

Querido Henry,
Finalmente recibí una copia del “informe” al que te refieres en tu artículo del Nuevo País, “Laboratorio Sucio” publicado el mes pasado. Antes que todo debo manifestarte mi sorpresa porque el informe-panfleto claramente te incluye como a una de sus fuentes ya que en su primera página aparece una mensaje PIN mío que te mandé por PIN junto a tu respuesta. Noto con gracia que no incluiste nuestra correspondencia completa.

El “expediente” al que te refieres en tu artículo está constituido por información publicada ya en meses pasados y que proviene íntegramente de tres fuentes que no solamente carecen de credibilidad alguna, sino que además están entre las fuentes encargadas de montar casos criminales inventados contra líderes opositores en Venezuela: (1) Un bloguero oficialista del gobierno del presidente Nicolás Maduro, de nombre Orlando Romero Harrington, que recicla contenido que ha sido repetido ad nauseam por propagandistas de las dictaduras cubana y venezolana como Jean-Guy Allard y Eva Golinger; (2) Los artículos del medio Primicias24, que se dedica a defender a los propietarios de Derwick Associates y a atacar sin cuartel a los enemigos percibidos de esa empresa–todo bajo las órdenes directas del accionista de Derwick Francisco Convit Guruceaga; y (3) El SEBIN y el CICPC del gobierno autoritario de Venezuela, es decir, la policía política del régimen. Te invito a copiar y pegar en Google frases del “expediente” que promocionas y verás que se trata de información obtenida de esas fuentes sin ningún tipo de credibilidad. En otras palabras, es un montaje flojo que carece de seriedad y consiste en copiar párrafos completos de Primicias24, del bloguero oficialista, y de otras fuentes y hacer un pasticho panfletista.

Dado que soy una de las personas a quien indudablemente te refieres en tu artículo debo expresarte también mi asco e indignación pero también sorpresa, que en este caso amerita explicación. Sorpresa porque cuesta creer que un político serio como tú, parlamentario de carrera y de una respetable trayectoria caracterizada por dar la batalla contra la corrupción, escriba esas líneas en el Nuevo País sin presentar ningún tipo de nombres, pruebas, ni argumentos y sin admitir que eres partícipe en la creación de ese contenido. Tu artículo produce asco e indignación pero a la vez profunda tristeza por ser muestra de cómo fuiste capaz de caer tan bajo en tu desmedida motivación por defender lo indefendible, mirando con cara dura realidades que a diferencia de las que tú describes, se imponen y no circulan en medios tarifados ni en columnas de opinión subordinadas a intereses de ninguna naturaleza, sino que incurren en investigaciones penales en cortes de Estados Unidos cuyas acciones, como tú debes saber, obedecen al imperio de la ley y no de intereses económicos ni políticos como lamentablemente ocurre en nuestro país.

Llama mucho la atención, tu vehemencia por tildar de “guerra sucia” un asunto netamente legal que por sus magnitudes debería haber sido tocado por la dirigencia política nacional (gobierno y oposición) y en especial por ti, pero que lamentablemente no ha sido ni mencionado. Lo que tú llamas “laboratorios” en los países democráticos y civilizados se les llama periodismo, opinión pública, comentarios en redes sociales, y escritos legales. En mi caso personal se trata del litigio “Halvorssen Vs. Betancourt-Lopez, Trebbau-López, Derwick Associates, D’Agostino-Casado, et al.” Curioso que en tu artículo citas “el parentesco consanguíneo entre agentes del laboratorio y políticos venezolanos.” Henry, aunque Leopoldo López Mendoza es mi primo hermano, eso ni lo descalifica a él ni a mí ya que no nos une un solo negocio ni un solo proyecto en común salvo nuestra devoción por la defensa de la democracia y los derechos humanos.

Eso sí, tu parentesco con tu cuñado Francisco D’Agostino-Casado, múltiple demandado y acusado de sobornos multi-millonarios a Diosdado Cabello y fraude en contrataciones eléctricas, es algo sobre lo que aún continúas callado. La verdad es que desde hace más de quince meses has ignorado las múltiples preguntas de miles de venezolanos en las redes sociales y hasta de CNN acerca de Derwick Associates y la decena de contratos concedidos por el estado venezolano a esta empresa sin experiencia en la construcción de plantas electricas. Esa misma empresa tiene a tu pariente D’Agostino como accionista. Seguro estás al tanto de esta realidad. Cuando denunciabas la corrupción en los ’80 solías terminar tus remitidos con la frase: “el que calla, otorga.”

Quizás deberías aclarar si las descalificaciones de tu artículo son contra quienes hemos denunciado el caso de corrupción Derwick Associates, o si para el sector de la MUD donde militas aquello no importa y por tanto nos convierte en sus detractores. Inclusive, tú jamás has mencionado el hecho de que el exSecretario Ejecutivo Adjunto de la MUD y co-promotor del panfleto, Ramón José Medina, también es Director Principal del Banco Occidental de Descuento, cuyo propietario Víctor Vargas Irausquín, es conocido mundialmente como el banquero del chavismo. Es en el BOD donde el gobierno chavista coloca la mayor cantidad de depositos, segun Sudeban. ¿No te parece curioso el hecho de que tu excolega de la MUD, Medina, sea empleado de Vargas el banquero del chavismo? Supongo que dado que tu cuñado Francisco D’Agostino tiene como suegro al mismo Victor Vargas ese tema también es inmencionable en Acción Democrática y en la MUD. Tu actitud desaforada de acusar a todo el mundo te impide mirar a quienes te rodean. Bien recuerdo tus denuncias en contra de la corrupcion entre 1980 y 2007. ¿Donde esta ese Henry Ramos Allup? ¿Que le pasó? ¿Se extravió llegando estas Navidades a Miami como pasajero en el avión privado del accionista de Derwick?

Quiero dejarte claro que Alek Boyd no es ni mi socio ni mi colega. Hace más de 5 años trabajó en Human Rights Foundation donde hizo un excelente trabajo que incluye una investigación muy valiosa acerca del uso de la “justicia comunitaria” en Bolivia y el peligro que eso representa para el debido proceso. Desde hace mucho Boyd se ha dedicado al periodismo de investigación y escribe para el periódico El País de España. Tú dijiste que Boyd y su madre son “narcotraficantes” y me escribes que es “reo de la justicia venezolana por delitos de tráfico de estupefacientes, robo de vehículo, acusaciones de violación y lesiones y tiene un auto de detención.” Estás equivocado y es torpe e ignorante el ni siquiera consultar si esto es verdad. ¿No pudiste revisar la cuestión antes de una declaración tan fuerte? El panfleto por ejemplo, dice que la madre de Boyd está solicitada en España por narcotráfico llevado a cabo recientemente. Henry, la pobre señora murió de cáncer en 1983 durante el gobierno de Jaime Lusinchi. Te pido te des cuenta lo mal que quedas al repetir falsedades tan comprobables. El panfleto por ejemplo, dice que la organización que yo fundé y presido, Human Rights Foundation, es “financiada por el NED (National Endowment for Democracy)”, algo demostrablemente falso, dado que tanto HRF como el NED hacemos públicos nuestros programas, nuestros financistas y no existe ninguna relación de ese orden entre nosotros. Incluso, a requerimiento mío, el Sr. Carl Gershman, un hombre prestigiosísimo en Estados Unidos y presidente del NED, tuvo la gentileza de hacerme llegar una carta donde se ratifica que nosotros jamás hemos recibido del NED un solo centavo, ni directa ni indirectamente.

Quisiera te quede muy claro que Alek Boyd, a quien en el panfleto tildan de ser mi “pareja gay”, no lo es, ya que no somos compatibles en ese sentido y nuestra relación fue siempre exclusivamente de carácter laboral. Pero si acaso lo fuéramos, ¿a quién le importaría, Henry? Es curioso y lamentable que el Secretario General del partido que fue el más importante de Venezuela en el siglo XX y que hizo candidato y casi Presidente al Dr. Gonzalo Barrios, ahora, en un nuevo siglo, presente las relaciones homófilas como oprobiosas en un ejercicio profundamente homofóbico e hipócrita, especialmente cuando tu declaraste a los medios el 19 de agosto de 2013: “A mí me dijo un psiquiatra que los homofóbicos eran homosexuales reprimidos, que con esas actitudes querían diluir cualquier sospecha de su homosexualidad, porque se avergüenzan de su condición.” ¿Qué le dirías a Gonzalo Barrios, fundador de tu partido, Henry? ¿Qué te diría el a ti?

Finalmente, quiero poner sobre la mesa mi indudable convicción democrática que me ha hecho combatir, exclusiva pero decididamente a través de las ideas, al régimen venezolano desde hace casi 15 años y mi vinculación pública y notoria a las más nobles causas de la humanidad como activista de derechos humanos en la fundación que presido, y que publica anualmente la lista de sus donantes y cuyo directorio incluye al disidente soviético y escritor Vladimir Bukovsky, al campeón mundial de ajedrez y activista por la democracia Garry Kasparov (quien preside el directorio desde 2012), al periodista y escritor Álvaro Vargas Llosa, al escritor y superviviente de los campos de concentración Nazi Elie Wiesel, al exprimer ministro estonio Mart Laar, y al activista por la democracia china Harry Wu. El poeta, exprisionero político, activista, defensor de los derechos humanos y primer presidente de la República Checa (1993-2003), Václav Havel, formó parte y presidió el directorio de HRF hasta su fallecimiento en el 2012.

Todo esto me ha enseñado a no perder mis horizontes y mucho menos los de mi familia. Henry no te temo, ni a ti ni a tus familiares banqueros, cadivistas, bolichicos y enchufados. Lucharé contra ellos para que se haga justicia en las cortes de EEUU hasta que llegue el día cuando las cortes de nuestro país vuelvan a ser campos de justicia y debido proceso. Por los momentos, te increpo tu participación en la elaboración de este informe y tu protagonismo como promotor del mismo, y te expreso mi decepción y sorpresa por lo torpe que has sido, repitiendo falsedades que son muy fáciles de develar. Nunca es tarde para rectificar.

Espero que esto aclare algunas dudas y te quede claro dónde estás parado (y con quién).
Thor Halvorssen Mendoza
@thorhalvorssen