domingo, 11 de enero de 2015

Je suis Chalie. Lo incorrecto de lo políticamente correcto. - por Alejandro Gamez




Lo atentados terroristas en contra de Charlie Hebdo en París lanzó una ola de solidaridad alrededor del mundo y bajo la consigna Je suis Charlie el mundo se volcó en muestras de solidaridad con la sociedad francesa, las puertas de las embajadas gala alrededor del mundo vieron la llegada de ciudadanos que daban apoyo moral; como muchos yo también dije  Je suis Charlie, como bien pudo ser «Yo soy el País» o «Je suis Le Monde» o «Je suis Le figaro» o «Yo soy El Universal.»
David Brooks publica un artículo donde nos invita a dejar la hipocresía, dice Brooks:
Así que esta podría ser una ocasión para aprender algo. Ahora que nos sentimos tan apenados por la masacre de esos escritores y directores de periódico en París, es un buen momento para adoptar una postura menos hipócrita hacia nuestras propias figuras controvertidas, provocadoras y satíricas. ( http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/09/actualidad/1420843355_941930.html)
Y continúa diciendo «La gente que lee Le Monde o las publicaciones institucionales se sienta a la mesa de los adultos. Los bufones, los excéntricos y las personas como Ann Coulter y Bill Maher están en la mesa de los niños.»
Se puede estar o no de acuerdo con las publicaciones de un semanario, un artículo, las ideas expresadas por un libro o las ideas defendidas por un partido político, un grupo religioso o por cualquiera que haga vida en una determinada sociedad, pero en la defensa de la libertad que permite expresar esas ideas y que sean aceptadas o rechazadas, eso es bueno para una sociedad, es el abono de la democracia, la expresión de Voltaire debe ser rescatada para el convulso mundo del siglo XXI «Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que pueda decirlo»
De ser cierto que conforme avanzamos en edad la ridiculización como forma de expresión se hace menos atractiva, porque se espera de nosotros seriedad, nada me impide seguir usando este mecanismo de expresión de querer hacerlo; continúa Brooks:
«Cuando uno tiene 13 años, parece atrevido y provocador épater la bourgeoisie [escandalizar a la burguesía], meterle el dedo en el ojo a la autoridad, ridiculizar las creencias religiosas de otros. Pero, al cabo de un tiempo, nos parece pueril. La mayoría de nosotros pasamos a adoptar puntos de vista más complejos sobre la realidad y más comprensivos con los demás.»
Me pregunto ¿acaso The Simpsons no ridiculizan a la sociedad estadounidense? ¿Debemos llegar al punto que los diarios deban exigir un límite de edad a sus caricaturistas? ¿Qué sería de Zapata si lo anterior se hace realidad? ¿Por ser una persona de edad madura se debe renunciar a determinada forma de expresión porque lo dictan los cánones sociales? Y al fin de cuenta si me expreso mediante la sátira, el juez último son mis lectores, los que invierten parte de su dinero en consumir mis mensajes transformados en el caso que nos ocupa en caricaturas.

Otras preguntas salen a la luz ¿debe respetar a Mahoma como lo hacen sus seguidores las personas que no son musulmanes? ¿Una sociedad no musulmana debe limitar la libertad de expresión de sus ciudadanos en pos de lo políticamente correcto? ¿Mahoma, Cristo, Buda son justificantes para secuestrar a una sociedad por medio del terror?, para mí la respuesta es no, la mayor hipocresía es la de lo políticamente correcto, porque nos transforma en veletas sin ningún tipo de valores o limites, por ello Je suis Charlie como en 2004 fui Madrid y como en 2001 fui Nueva York.

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