7O
“La batalla final”
la fecha donde todo se terminó de ir al carajo. Demasiada gente tenía sus expectativas puestas en ese día, y en el triunfo de Capriles.
Un año después, estamos peor que nunca, la oposición tenía ocho gobernaciones el 7O, hoy día tiene tres.
Un año después, estamos peor que nunca, la oposición tenía ocho gobernaciones el 7O, hoy día tiene tres.
A pesar de que todas las encuestas decían que perdíamos y a pesar de que ya sabemos que en Venezuela el origen de los resultados electorales se fundamentan en el reconocimiento de la derrota por el candidato que se aboga la representación de la ciudadanía, y el hecho de que dichos resultados coinciden con una encuesta que generalmente no mide el factor miedo.
Recordamos con nada de nostalgia a Ramón Guillermo Aveledo, riéndose al día siguiente, en una rueda de prensa, diciendo algo así como “ahora preparense para el 16D”.
“Ni vencido ni derrotado”.
Sin embargo ese no era el feeling que había.
Sin embargo ese no era el feeling que había.
La oposición gastó demasiado en una campaña larguísima y poco efectiva, nunca hubo una adecuada formación, ni de estructura ni de maquinaria.
El autobús del progreso había chocado.
Decepción, frustración, hastío, más de lo mismo, desesperanza total rebosaba de los poros de todos los venezolanos. Olvidense de jolgorio y alegría, muy escaso.
Al día siguiente las calles estaban desiertas, era como si hubiesen decretado un día de fiesta, ni un alma en las calles de la capital.
Al día siguiente las calles estaban desiertas, era como si hubiesen decretado un día de fiesta, ni un alma en las calles de la capital.
Comenzó el circo electoral de los formadores de opinión, que olvidaron que el voto joven no sólo es el voto del “joven universitario” a trasladar la culpa de la derrota al elector.
A pesar de que el capriles rockstar y su rutina recorriendo pueblos y “casa por casa”, era la primera vez que la oposición realmente hacía campaña en el interior del país, sin embargo, eso no fue suficiente, hubo fallas graves en el componente de observación electoral.
Los especialistas y técnicos electorales nos aseguraron que no había ningún problema, a pesar de los conflictos de intereses, y oscuros pasados de alguno de ellos...
Nosotros, los que redactamos estas líneas, nos pusimos de acuerdo un día para analizar los errores, y extrañas coincidencias de la dirigencia opositora y de la forma perversa en la que se le dirige. Y hemos dado con una serie de conclusiones que en las próximas entregas iremos compartiendo con vosotros.
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publicado por AdminCondor
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