sábado, 23 de noviembre de 2013

Editorial del 23 de Noviembre de 2013


Ésta semana hemos estado viendo cómo se avecina ante la sociedad venezolana una debacle política, el marketing político de la colina ha desarrollado una fuerte campaña que gira en torno a que no votar le pone las cosas fáciles al gobierno.

En repetidas ocasiones hemos dicho que las características de las elecciones auténticas se fundamentan en:

Imparcialidad arbitral, 
Que está vulnerada considerando que en la actualidad la directiva del CNE está conformada de forma inconstitucional, pues tres de sus rectores vieron sus lapsos vencidos el 28 de abril de 2013 y las otras dos rectoras estaban inscritas en el PSUV en el momento de su nombramiento. (Ver Art. 296 CRBV)

Transparencia del Proceso y derecho a verificación ciudadana 

que le es quitado al ciudadano cuando un grupo de técnicos con conflictos de intereses ya que sus empresas particulares hacen negocios millonarios con el gobierno, y cuyos nexos ideológicos con el gobierno permiten que se utilicen máquinas de lotería Olivetti para votar, a la conexión de un captahuellas y cuaderno electrónico violando la Constitución, y permitiendo la conformación fraudulenta del registro electoral debido al ingreso de 1.513.164 electores sin huella (el REP tiene más personas de las que estadísticamente debería tener), concentrados en centros 1 o 2 mesas donde nunca han habido ni habrán testigos mediante la firma de El Acta de la Traición, donde acuerdan la violación de tratados internacionales, la propia constitución y la propia Ley Orgánica de Procesos Electorales. 

Garantía del Secreto del Voto 
que está vulnerada desde el 2004 cuando nace la figura de la máquina captahuella que captura la huella dactilar de los electores para ir a votar. Este periférico fue utilizado por primera vez en el año 2004 cuando el CNE instaló en los 8 estados más poblados del país máquinas electrónicas de votación con la intención de saber quienes van a ir a votar y con la intención de retrasar el proceso en los centros de población consistentemente opositora.
Pero el fraude de la llamada captahuella reside en la justificación de su instalación: Garantizar el principio "Un Elector-Un Voto".

Suponiendo que el CNE tiene la totalidad de las huellas de los electores (cosa que es mentira), la única manera de garantizar que una persona haya votado una sóla vez usando ese mecanismo en cualquier mesa de todo el país, es que el repositorio de los datos sea único y contra el cual, cada captahuella y todas las mesas hagan una búsqueda en la cual se marque al elector como "ya votando" cuando éste efectivamente ya lo haya hecho. 
Al intentar un elector fraudulento votar otra vez, con su huella dactilar y al realizar de nuevo dicha búsqueda, el sistema indicaría una advertencia de que el elector ya votó, con la consecuente respuesta de la autoridad electoral.

Esto supondría un súper servidor, con una capacidad de tráfico para manejar aproximadamente 40.000 máquinas que tiene el sistema electoral concurrentemente, despachando respuesta en tiempo real, por lo menos en 4.000 de esas máquina, aproximadamente un 10%.
Dicho súper servidor debe ser tolerante a fallas, tener unos "espejos" (mirrors), para en caso de que hayan caídas fatales y no se interrumpa el servicio de las captahuellas.

Ni siquiera el Banco más grande del país, o tal vez del mundo disponga de semejante infraestructura de realizar un proyecto de tal naturaleza y requeriría mucho tiempo, prototipos, pruebas de software, etc. 

Cuando las personas llegan a la mesa, le piden la Cédula de Identidad, para colocar el número de dicho documento en la máquina, ésta identifica al elector y se le pide que coloque su huella.
Cuando lo correcto sería que colocara la huella en la máquina, se verificara dicha huella en el súper servidor y se constatara si el elector votó o no ante cualquier otra mesa del país contrastando contra los datos de la CI que presenta dicho elector. 

El actual procedimiento trae con la huella el registro del elector que está ubicado en la máquina de  esa mesa pero no garantiza que esa persona no pueda votar en otro sitio.
La MUD esgrime el argumento de que el que no va a votar, se usurpa su identidad, y que sólo votando masivamente esto se evita. De ser esto cierto, habría testigos en todas las mesas. Pero la realidad es que casi nunca los hay. La observación electoral es una promesa incierta. Los testigos son sacados a la fuerza a punta de pistola por milicias armadas, plan república, colectivos armados, y testigos del PSUV.

No vale la pena votar en estas elecciones porque el hacerlo no nos devolverá la harina, ni la leche, ni regresaran las cabillas de metal, ni mucho menos hará que maduro renuncie, ya que todavía desde esta mesa de redacción compuesta por un equipo multidisciplinario no entendemos de donde salió esa afirmación de que las elecciones municipales son plebiscitarias para un gobierno ilegal, ilegítimo, inmoral, injusto, represor y asesino. 

Capriles insiste en decir que 8D van a por Maduro "sin atajos y por la vía constitucional", de ser esta afirmación cierta implica pasar la página del 14A (que ya lo hicieron) y oxigenar a la MUD con alrededor de 115 alcaldías para recoger firmas para activar el petitorio de referéndum revocatorio presidencial o de diputados.

Recoger firmas en este país es algo sumamente peligroso ya que las autoridades usan esta información para la conformación de bases de datos que son usadas para la represión política de la disidencia. El mejor ejemplo de esto son las listas Tascón y la famosa Lista Maisanta, recopilada por el planificador de los asesinatos del 11A, Ismael García, hoy día diputado y candidato a alcalde de Caracas por la mesa de la unidad democrática, cosa que para nuestra mesa editorial nos parece inaceptable, no nos conformamos de que haya ganado unas primarias, nos parece escandaloso que nadie en la MUD haya reclamado a este señor sus fechorías cuando estaba en el gobierno y convenientemente ahora esté en la oposición.

Capriles tuvo que oír el llamado a rectificación por parte de las bases que se han ido conformando en base a los autoconvocados, y ha, en cierto modo buscado encender su discurso, pero el mismo sabe que éste no cala ni en los sectores más humildes del país ni logra despertar el deseo de votar cuando no se le ha aclarado a los electores que pasó el 14A.

hasta una nueva entrega.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario